Así que desde ese momento decidí intentar mostrar a esa persona que si existen cosas por las que agobiarse, también hay otras muchas cosas, pequeños detalles, con las que nos podemos sentir realmente bien, y cree un pequeño mundo para los dos, un mundo en el que nada ni nadie podía hacernos sentir mal, y que nadie salvo nosotros podía ver, y aunque parezca increíble lo conseguí, conseguí hacer que viese ese pequeño mundo y que se sintiese a gusto y bien en él.
Ahora me doy cuenta que yo también necesitaba ese pequeño mundo y que debo agradecerle mucho a esta persona, ya que sin ella nunca lo habría creado.
Esta entrada va dedicada a todas esas personas que sin pretenderlo nos ayudan a ver las cosas de otra manera, a que cada uno cree su pequeño mundo perfecto. Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario